Esta noche he vuelto a visitar la Bóveda del Albergue. Esta vez la poesía ha cobrado vida de manos, unas veces de Andrés LLena y, otras, de su alter ego, Beeman Riu en «Heterónimos» Gritos y Musas. En cualquiera de sus dos identidades resulta un espectáculo lleno de giros sorpresivos, donde la palabra, la voz y la interpretación caminan unidas durante un espectáculo que alcanza su climax con una catarsis colectiva al final del mismo.
En definitiva, ha sido otra velada en la que las emociones que transmite la poesía recitada me ha llevado por senderos inexplorados gracias a Noches de Poemia.
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