Sentarse en el borde y admirarlo;
Cuanto poseo: esquinas y paredes en ruinas;
Arrasarlo.
Después, quizá, vallarlo y construir;
Y ya en mi torre, contemplando el lago,
Nada quede lejos, todo en mi Reino;
¿Todo?…
Comenzaré de nuevo:
Perderse en el espacio,
Me posee,
y le dejo.
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